La autoevaluación como eje central del mejoramiento continuo puede ser abordada desde diferentes miradas; sin embargo, para que cumpla con el objetivo de contribuir al crecimiento y desarrollo de la Universidad, a partir del reconocimiento de sus fortalezas y oportunidades de mejora, debe ser realizada en contexto.
Desde esa perspectiva, en el marco de nuestra misión y visión como Universidad del Distrito, se ha propuesto un modelo de autoevaluación, conformado por ocho categorías sistémicas, el cual articula los aspectos de la gestión académica y administrativa que se consideran fundamentales para el crecimiento de la Universidad en el marco de la calidad.
Es así como se propone la articulación de la investigación, creación artística y cultural con la internacionalización y la proyección social, con el fin de que el desarrollo y las propuestas de mejora que surjan de estos elementos, se articulen para contribuir al fortalecimiento de los proyectos curriculares y su relación con el entorno a nivel local, nacional e internacional.
En ese sentido se ha identificado la importancia que tiene una adecuada infraestructura para que las propuestas y/o programas, que desde la oficina de bienestar se lideran, contribuyan al desarrollo integral de la comunidad.
Con relación a nuestros estudiantes, en el marco de una universidad diversa e incluyente, caracterizar el perfil de ingreso permitirá establecer estrategias de acompañamiento tanto a nivel académico como personal, las cuales deben ser evaluadas permanentemente a la luz del desarrollo estudiantil.